Aunque hace años que fotografío a recién nacidos, no ha sido hasta que he tenido mis propios bebés cuando me he replanteado estas sesiones. Al pensar las fotos de mis hijos he querido verlos sin artificios, reconocerles en sus primeros días de vida.

Yo que no soy de ponerles diademas, lazos ni vestiditos de encaje, no veo la necesidad de incluir esto en sus fotos. Tampoco quería que el atrezo o la decoración les restara protagonismo.

Fotografiar como yo suelo hacer, buscando a la persona que hay en un retrato, creando atmósfera con la luz y la sombra y eliminando lo que no aporte. En definitiva, quería buscar mi estilo en las fotos de los más chiquitines.

Igualmente quiero tener unas imágenes delicadas, tiernas y con mucho sentimiento a las que nos guste volver una y otra vez para recordar a nuestros bebés en esos días tan fugaces.